martes, mayo 30, 2006

PRESOCRATICOS

EL LENTO ABANDONO DE LAS REFERENCIAS MITICAS
EN EL COMIENZO DEL PENSAMIENTO RACIONAL



El cambio de un pensamiento mítico por una especulación racional no fue un hecho rápido ni una sustitución radical de uno por otro sino que las formas y contenidos del mito aparecen en las primeras especulaciones filosóficas.
Los primitivos filósofos no se preocuparon por una serie de temas relacionados con la existencia humana; estos temas (la identidad del hombre, la muerte, el sufrimiento o la ética) eran precisamente aquellos a los que el mito respondía. Los filósofos jonios se interesaron de forma primordial por el mundo físico, el tema de la condición humana se deja en manos del mito o la poesía, no es un tema abordado por los primeros filósofos. Parece como si hubiera una distribución de temas entre la filosofía y la poesía.

Los filósofos Presocráticos heredan de la poesía una visión del mundo elaborada sobre bases míticas:
-En ningún momento se consideró que el mundo había sido creado de la nada, todos partían de realidades materiales preexistentes al orden actual del mundo, el origen de nuestro mundo tenía más que ver con una ordenación de cosas ya creadas que con una creación.
-Otra idea muy común es la de los contrarios, cuya interacción en el comienzo de las cosas dio lugar a la multiplicidad del mundo físico (esta idea está presente en las especulaciones cosmogónicas de casi todos los Presocráticos)
Por tanto, el esquema de una organización a partir de un estado unitario anterior por separación de contrarios, interacción entre éstos y multiplicación de los seres será asumido por los filósofos Presocráticos.

Los jonios siguen esta línea. Su interés será reducir la aparente multiplicidad del mundo a un principio simple y unitario del que proceden las demás cosas. Consideran que hubo una unidad original (cada uno responderá de manera diferente sobre qué era) y establecen en el principio una serie de contrarios, de cuya interacción se deriva la organización del mundo. Pretenden, por primera vez en la Historia, referirse a realidades objetivas y despersonalizadas, pero siguen teniendo un importante comportamiento divino (pensaban que la materia originaria podía transformarse por sí misma porque de algún modo era materia viva, con características divinas).
Así cuando Tales afirma que todo se origina en el agua y que la Tierra flota sobre el agua, parece que recoge el viejo mito griego de Océano, padre primigenio o antiguos mitos de Oriente Próximo y Egipto . También el ápeiron de Anaximandro tiene mucho de divino, igual que el aire de Anaxímenes (además algunas teorías de este filósofo recuerdan a algunos aspectos de la mitología indo irania). Jenófanes se centró en una crítica de la imagen convencional de los dioses pero expresó sus ideas a traves de la poesía épica, propia del mito. Heráclito adaptó la vieja noción de los contrarios a una visión dialéctica de la estructura de la realidad, donde el fuego es materia primordial y las evoluciones de la materia se hallan sometidas a una tensión continua entre los contrarios y a unas medidas establecidas.
De cualquier manera, aunque en sus teorías recogían y elaboraban elementos míticos la tendencia de los jonios fue alejarse de explicaciones religiosas.

No ocurría lo mismo en el sur de Italia donde lo científico y lo religioso estaban estrechamente vinculados, sobre todo en el caso de los Pitagóricos, quienes hablaban de purificaciones y de la transmigración de las almas.
En Elea Parménides, figura crucial en la trayectoria del pensamiento presocrático, desarrolla su argumentación lógica sobre ficciones míticas. Utiliza la forma literaria tradicional de la épica (forma literaria propia del mito) como la más adecuada a su concepción del mundo: el comienzo del poema es una revelación religiosa, el conocer es como un viaje, el error es un desviarse del camino. La búsqueda de la verdad se asocia a una experiencia mística expresada a traves de la forma literaria y religiosa tradicional.

Empédocles también hace uso de la idea de los contrarios (Amor y Odio) en su explicación del mundo y además recogió la idea pitagórica de la transmigración del alma a la búsqueda de su purificación. Este filósofo es un consumado poeta (de nuevo la poesía es utilizada para expresar un pensamiento racional) que desarrolla las posibilidades del poema didáctico tradicional.

Todos los filósofos después de Parménides interpretarán la idea de nacimiento y muerte en términos de mezcla o separación de materiales que preexisten y sobreviven a tales mezclas. El tratado en prosa pasará a ser la forma literaria de la filosofía de la época.


Por lo tanto las referencias míticas en cuanto a conceptos (materia primigenia preexistente,contrarios) o estilo literario (poesía épica propia del mito o aforismos que recuerdan las respuestas del Oráculo) sobreviven en este primer estadio de la Historia de la Filosofía.
Y esto es así porque Mito y Logos no fueron dos estadios sucesivos cuya frontera se cruzó con Tales de Mileto, sino dos estadios que, a partir de este filósofo, coexistieron durante siglos, se interrelacionaron y se complementaron.
En los dos casos se abordan los grandes temas, el origen del mundo, los dioses y los hombres, y la forma en que pasó de ser como era a como es. También se intenta dar respuesta a cómo son las cosas y, sobre todo, por qué las cosas son como son y no de otro modo.

Cuando se emprendió la aventura de interpretar racionalmente el mundo, el punto de partida fue, necesariamente, la especulación mítica anterior.

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